Seguramente, y en más de una ocasión, te has preguntado si la higiene de tus oídos es la correcta. A todos nos gusta ir pulcros y arreglados, pero es cierto que ciertas pautas pueden generar dudas. No te preocupes, en nuestro blog de hoy te vamos a enseñar cómo limpiar los oídos correctamente.
¿Oídos sucios?
Nuestros oídos producen cera, una sustancia oleosa que protege ante gérmenes, bacterias y otros organismos. Este cerumen es necesario, ya que actúa como defensa de los oídos, lubrica el canal auditivo y transporta fuera polvo, suciedad y células muertas. Es cierto que puede llegar a acumularse, aunque no en todas las personas se produce la misma cantidad, lo que puede darnos la sensación de suciedad. Cuando se acumula mucha cantidad, se pueden formar los molestos tapones de cera, que será necesario eliminar con ayuda de un profesional.
Otro motivo por el cual podemos sentir que nuestros oídos están sucios es sufrir descamación por algún tipo de afección cutánea, como la dermatitis.
La limpieza del oído es una tarea que se debe realizar con precaución para no dañar ninguna de sus partes y provocar un problema mayor. A continuación, te explicamos los mejores métodos para limpiar los oídos.
Cómo limpiar los oídos
Por increíble que pueda parecer, el oído externo se autolimpia. Por ello, la limpieza del oído suele responder más a cuestiones estéticas que higiénicas. Para la higiene diaria, basta con limpiarnos las orejas y el oído con un poco de agua, aprovechando el momento de la ducha o del lavado de la cara. Simplemente con esto ya sería suficiente. Como mucho, podemos ayudarnos de un paño fino humedecido para frotar suavemente el pabellón auditivo, pero nunca debemos introducir nada dentro del canal.
Si hemos llegado al punto de tener formado un tapón de cera, para lo cual la limpieza del exceso de cera no funciona, debemos acudir a un especialista para evitar complicaciones. Los métodos que puede seguir para eliminar este tapón de cerumen pueden ser:
- En casos más leves, la aplicación de unas gotas para su disolución.
- La forma más habitual es el lavado por irrigación, que consiste en introducir agua tibia o suero fisiológico en el oído con la ayuda de una jeringuilla para sacar el tapón con presión.
- También puede ser extraído de forma manual, con el instrumental adecuado, o microsucción.
Prácticas a evitar al limpiar los oídos
Ahora que ya sabemos cómo podemos limpiar los oídos de forma correcta, vamos a revisar lo que nunca debemos hacer para evitar lesiones y daños.
- Nunca debemos introducir nada en el canal auditivo, y eso incluye los tan conocidos bastoncillos. Lo que hacen estos bastoncillos es empujar la cera hacia la profundidad del oído, lo que puede provocar un taponamiento, además de irritación, perforación de tímpano e infecciones, entre otros. Lo mismo se puede aplicar a los earpicks o curetas, de acero inoxidable.
- Las soluciones líquidas (gotas, sprays) pueden parecer una buena idea, pero no son aconsejables, pues pueden aumentar el riesgo de infecciones. No debemos utilizarlas, al menos que sean indicadas por un especialista.
- Ni que decir de métodos caseros como usar velas encendidas o gotas de aceite de oliva o almendras. Además del riesgo de quemaduras, en el primer caso, también pueden provocar infecciones y otras lesiones más importantes.
Como has podido observar, la limpieza rutinaria de un oído es muy simple y básica: basta con un poco de agua para eliminar cualquier exceso de cera o impureza que pueda aparecer en nuestras orejas. Ante cualquier duda, lo mejor es consultar con un especialista, por lo que si notas algún tipo de molestia, contacta con nosotros. ¡Te ayudaremos!