La mayoría de la información que recibimos diariamente es a través del canal visual. Actualmente, con el uso excesivo de pantallas y tecnologías, el ojo se encuentra estresado, lo que causa incomodidad al realizar esfuerzos visuales. Aunque muchos lo desconocen, nuestros ojos se pueden educar para ver, por lo que pueden entrenarse y reeducarse. Puede suceder que un ojo sano no vea de forma correcta, a pesar de no tener ningún tipo de patología, y aquí es donde entra en juego la terapia visual.
Qué es la terapia visual y cómo funciona
La terapia visual, también denominada rehabilitación o entrenamiento visuales, es un tratamiento de la visión por medio de ejercicios visuales para mejorar los problemas o condiciones. Consiste en una estimulación neurofisiológica que permite desarrollar, mejor e integrar las capacidades visuales, corrigiendo los problemas de visión. Puede realizarse a cualquier edad, pero es especialmente importante en los niños.
Ante la sospecha de necesitar terapia visual, primero se realiza un examen de la visión y, recibido el diagnóstico, se establece un tratamiento (que puede combinarse):
- Gafas.
- Lentes de contacto.
- Prismas.
- Oclusor.
- Terapia visual.
Las sesiones de terapia visual suelen constar de dos partes: una en la consulta, normalmente de forma semanal, en la que se trabajan una serie de ejercicios específicos; y otra parte en casa, donde el paciente debe repetir los ejercicios de forma diaria durante un tiempo específico. Estos se realizan en tres fases:
- Monocular (primero un ojo y después el otro).
- Biocular (ambos ojos disociados).
- Binocular (ambos ojos).
Con el desarrollo de las nuevas tecnologías, se han ido incluyendo nuevos software de terapia para ser utilizados en el hogar, a través de ordenadores, tabletas y móviles.
Cabe destacar que las prácticas en los pacientes son totalmente personalizadas y adaptadas a su condición. Además, requieren de una gran constancia y esfuerzo lo que, en el caso de los niños, implica la colaboración total de los padres.
Qué condiciones trata la terapia visual
La terapia visual puede aplicarse en diferentes condiciones como:
- Problemas de enfoque.
- Traumatismos.
- Mala coordinación visual.
- Ambliopía (ojo vago).
- Estrabismo.
- Problemas de aprendizaje relacionados con la visión.
- Rendimiento deportivo.
De esta forma, logra desarrollar de forma correcta y amplia el sistema visual, optimizando al máximo la vista, además de aliviar y prevenir problemas de fatiga visual y mejorar algunos problemas del aprendizaje.
Síntomas para necesitar terapia visual
Algunos síntomas que nos dan pistas sobre la necesidad de acudir a terapia visual son:
En niños
- Visión borrosa.
- Entrecerrar los ojos para mirar a lo lejos.
- Problemas en la lectura: baja comprensión, lectura lenta, saltar o repetir líneas al leer, acercar demasiado la lectura, mover demasiado la cabeza…
En adultos
- Visión borrosa o doble.
- Picor, quemazón u ojos rojos.
- Dolor de cabeza.
- Incomodidad y fatiga ocular.
- Dificultad de concentración en tareas visuales prolongadas.
- Sueño al leer o dificultad para la lectura (baile de letras, pérdida del texto, etc.).
Si notas alguna molestia a la hora de ver o crees que tienes un problema visual, en nuestra óptica Fergo ponemos a tu disposición todos los recursos para solucionarlos. Contacta con nosotros y juntos buscaremos el tratamiento que mejor se adapta a tu condición.