Seguro que ya has escuchado hablar de las gafas progresivas, pero quizás no tengas claro aún para qué se utilizan o cómo funcionan. Estas gafas están indicadas especialmente para la presbicia, una de las deficiencias visuales más comunes. Consiste en una pérdida gradual de la capacidad de los ojos para enfocar a diferentes distancias, aunque no es una patología, sino una consecuencia del paso del tiempo. También conocida como vista cansada, empieza a manifestarse a partir de los 40-45 años y se desarrolla antes en personas hipermétropes.
Mucha gente con esta condición utiliza dos pares de gafas ya que, además de la vista cansada, cuentan con patologías como miopía, hipermetropía y astigmatismo. Con las gafas progresivas nos olvidamos de tener que cambiar de lentes según la necesidad, pues estas enfocan todas las distancias.
Qué son las gafas progresivas
Las gafas progresivas son las lentes más evolucionadas del mercado. Permiten enfocar a tres distancias (lejos, cerca e intermedia) con una transición suave de una a otra. Esto ayuda a tener una visión más nítida y clara. Están indicadas para personas con presbicia y otro tipo de patología visual, aunque también pueden utilizarlas persona con solo vista cansada.
Estas lentes se hacen personalizadas según la graduación del usuario y sus necesidades y están diseñadas de forma acorde a cómo miramos las personas de manera natural.
A pesar de su extenso uso entre la población, mucha gente aún sigue pensando que las lentes progresivas son extremadamente caras y que cuesta mucho adaptarse a ellas. Estos son falsos mitos, ya que en la actualidad hay precios personalizados a cada requerimiento del usuario y la adaptación no es tan compleja como se cree, sin tener que provocar mareos o ver de forma distorsionada.
Existen dos tipos de cristales progresivos:
- De fabricación estándar: este tipo ya se considera prácticamente obsoleto, pues se han visto superadas por el nuevo desarrollo y avances de la tecnología.
- De fabricación digital: cuentan con un tallado más preciso y se pueden personalizar para cada usuario. Se reducen, además, las aberraciones laterales (zonas de visión borrosa).

¿Cómo funcionan las gafas progresivas?
Las gafas progresivas funcionan haciendo coincidir la mirada con el punto correspondiente a la zona que se quiere enfocar. De esta forma, las lentes progresivas se dividen en tres zonas:
- La zona superior, que permite ver en plano lejano.
- La zona intermedia, para tener una buena visión en plano medio.
- La zona inferior, que proporciona una óptima vista de cerca.
Es importante escoger una montura adecuada para estas lentes, que se adapte tanto a las necesidades visuales y actividades cotidianas como a las preferencias estéticas, aunque la altura de la lente debería ser de 30mm, al menos.
Ventajas e inconvenientes de las gafas progresivas
Existen aún ciertos mitos con respecto a las lentes progresivas, pero en la actualidad cuentan con más ventajas que inconvenientes. En la parte negativa es cierto que pueden existir ciertas dificultades para adaptarse a ellas, más que nada porque hay que aprender a mirar de nuevo: con las gafas progresivas no solo tenemos que dirigir los ojos hacia donde queremos mirar, sino que debemos mover la cabeza hacia el lugar y mirar por la zona adecuada.
Sin embargo, una vez acostumbrados, la visión que proporciona es natural y muy cómoda en todas las distancias, permitiendo una correcta transición gradual entre los tres campos de visión. Las lentes progresivas se adaptan a casi cualquier graduación y, lo que es más importante, tenemos todo en un solo par de gafas.
En Ópticas Fergo te aconsejaremos sobre el tipo de cristales que necesitas, gracias a un asesoramiento personalizado que nos permitirá conocer tu caso y necesidades para recomendarte la mejor opción. Si tienes dudas, ponte en contacto con nosotros y te lo explicaremos con más detalle. ¡Pide ya tu cita en nuestra óptica!