Llevabas ya un tiempo con la idea rondándote en la cabeza y, tras mucho pensarlo, por fin te has decidido: ¡vas a empezar a usar lentillas! Esta idea puede asustar en un principio, pero te aseguramos que a todos/as nos surgen las mismas dudas.
En los primeros momentos puede costar un poco colocar y sacar las lentillas, pero esto se debe básicamente a los nervios y a la falta de hábito. Con unos pocos días de pruebas, dominarás la técnica y con nuestros trucos ¡será mucho más fácil!
¿Por qué usar las lentillas?
Las lentes de contacto son una de las muchas opciones que existen para tratar de corregir algunos defectos visuales. A veces da un poco de miedo empezar a usarlas por el hecho de que se colocan directamente sobre el ojo, pero desde Fergo te aseguramos que no es tan complicado como parece.
Actualmente, encontramos diversidad de lentillas adaptadas a las necesidades de cada persona, desde lentes diarias para usos puntuales hasta quincenales o mensuales. El cambio al empezar a usarlas es bastante notorio, ya que veremos correctamente en todo el rango de visión, a diferencia de con las gafas, que siempre habrá puntos en los que la visión no será completa (por encima y por debajo de las gafas, así como por los lados).
Tomada ya la decisión, un especialista te ayudará con el proceso de adaptación a las lentes de contacto. Durante un tiempo tendrás que practicar con las lentillas para saber colocarlas y retirarlas correctamente, pero cuando salgas de la óptica, ¡serás un experto/a! Además, durante este proceso, encontrarás las lentes que mejor se adaptan a tus necesidades y el especialista te ayudará a que sea más fácil para ti.
Trucos para empezar con las lentillas
- Cara y ojos limpios. Es importante ponerse las lentillas con la cara limpia. Al despertar, el ojo puede estar más seco de lo habitual, así como tener legañas, por lo que primero lavaremos la cara para que el ojo esté más receptivo. También podríamos usar lágrimas artificiales si vemos que el ojo está demasiado seco para mejorar su lubricación y facilitar la colocación de la lente. Y si vas a usar maquillaje, póntelo después de colocar las lentillas, ya que de esta forma no entrarán en contacto con los residuos de estos productos.
- Lávate las manos. Manipular las lentillas conlleva un cuidado especial, ya que al ser algo que va a tocar el ojo, tienen que estar perfectamente limpias para no ensuciarlas y que pueda surgir un problema mayor. Por este motivo, debes lavarte bien las manos con un jabón neutro y secártelas con un paño que no deje fibras o hilos que puedan entrar en el ojo y generar una molestia.
- Limpia tus lentillas. Las lentes de contacto también deben estar bien limpias, pero nunca utilices agua para ello, ya que puedes transmitir bacterias y producir una infección. Asegúrate de enjuagar las lentillas con su propio líquido y será suficiente.
- Comprobar las lentillas. Asegúrate de que estén en la posición correcta cuando las cojas, ya que es fácil confundirse y ponerlas al revés. La posición correcta es en forma de U, verticales, emulando un cuenco; si los bordes salen hacia afuera, como si fueran un plato, están mal dispuestas.
- Empieza por el mismo ojo. Puede darse el caso de que las lentes de contacto tengan una graduación diferente, por lo que si empiezas siempre por el mismo ojo, será más difícil que te equivoques de lado.
- Sujeta los párpados. Ha llegado el momento de colocar las lentillas. Para facilitar el proceso, debes abrir el párpado correctamente. Para ello, coloca la lente en el dedo índice de la mano que te sea más cómoda y con el dedo corazón sujeta el párpado inferior para bajarlo; con el dedo índice de la mano contraria, abre el párpado superior. Recuerda que estos movimientos deben hacerse desde la base de las pestañas para abrir correctamente el ojo, de lo contrario, se cerrará involuntariamente. Ahora puedes acercar el dedo con la lentilla, siendo más fácil colocarla en la córnea, y posarla. Para acomodarla, cierra los ojos y parpadea para desplazarla a su posición correcta, aunque también puedes mirar arriba-abajo y de derecha a izquierda.
Cómo quitarse las lentes de contacto
Tan importante como crear un hábito para la correcta colocación de las lentillas es saber retirarlas de manera adecuada. Para ello, lo primero que tendrás que hacer es preparar el estuche donde las depositarás, llenando los compartimentos hasta la mitad con la solución de mantenimiento (la cual hay que renovar cada vez que se guardan).
Para sacarte las lentes, comprueba que tu ojo no esté demasiado seco, si no puede ser un poco más complicado. De darse el caso, puedes lubricar tu ojo con lágrimas artificiales para facilitar la retirada. Ahora, solo tienes que mirar hacia arriba y presionar ligeramente tu párpado inferior hacia abajo, deslizando la lentilla hacia la parte blanca del ojo. Haz un movimiento de pinza con el pulgar y el índice y retira la lente. ¡Mucho cuidado si tienes las uñas largas!
Guarda las lentillas en el estuche previamente preparado, en caso de ser reutilizables; si son de uso diario, tíralas. Asegúrate de seguir las indicaciones de cuidado y vida útil de las mismas.
Aunque las gafas también son una opción estupenda, verse con un cambio que sea diferente también es muy positivo. Si estás planteándote empezar a usar lentillas o necesitas ayuda para seguir la rutina, en Ópticas Fergo te ayudamos con todo el proceso y te aconsejamos la opción que mejor se adapta a ti. Consúltanos sin compromiso, estaremos encantados de ayudarte.
Siendo totalmente sincero este aspecto de la moda es increible.
Jamás volveré a ver la moda con los mismos ojos.